José Pedro Varela
La ciudad se encuentra situada al norte del departamento de Lavalleja, a 130 km de su capital Minas, y a 256 km del departamento de Montevideo. Geográficamente se asienta sobre las rutas 8 y 14, en las costas del arroyo Corrales y limitando con el departamento de Treinta y Tres.
Su origen data de 1870, cuando se formaron los primeros caseríos, para que luego en el año 1904, se conformara el pueblo “Corrales”. En 1912 se lotearon para los habitantes 118 solares consolidándose logísticamente.
El nombre se debe al reformador de la escuela pública uruguaya, que fue otorgado a través de la ley 5639 de 1° de febrero de 1918, con la firma del Presidente Feliciano Viera.
El 16 de octubre de 1958 por medio de la ley 12.553, Varela fue elevado a villa, y finalmente como ciudad el 29 de noviembre de 1967 a través de la ley 13.631.
Población
Según el Censo de 2011, Varela cuenta con una población cercana a los 5.500 habitantes y ocupa unos 850 kilómetros cuadrados. Actualmente se ha convertido en la segunda ciudad del departamento con una población de 7 mil habitantes, distribuida entre la ciudad y la campaña.
Más del 94% de la población es urbana, con ascendencia mayoritariamente europea y poco más de 4% de afrodescendientes.
La proporción de personas con al menos un NBI es de 30,5%, una medida inferior al promedio departamental (33,6%) y al promedio nacional (33,8%).
La desocupación también está debajo del registro nacional. Los indicadores del mercado laboral son reflejo de la importante cultura de trabajo local. La tasa de desempleo es inferior tanto a la tasa departamental como a la nacional.
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Historia y cultura
En sus comienzos la base de la economía fue la ganadería y algunos pequeños comercios, más tarde se incorporó la agricultura con la plantación de trigo, dando origen al molino hidráulico de harina, ubicado en la orilla del arroyo Corrales. Luego se unió la aceitera de Casarone y el molino harinero Lope de León.
Posteriormente se incorporó la metalúrgica, fábrica de maquinarias agrícolas de mano de los Camacho y otros. Con la llegada de la industria arrocera en la segunda mitad del siglo XX, la vitalidad de la cultura de trabajo tomó un nuevo impulso.
Actualmente existen varias empresas dedicadas al procesamiento de semillas y elaboración de raciones balanceadas para las distintas etapas de cría y engorde de ganado.
En consecuencia, Varela es denominada y reconocida como una ciudad agroindustrial.
Uno de los grandes valores que caracteriza al lugar es la solidaridad de la población, que es transmitida de generación en generación y replicada año tras año, y que junto al trabajo y al progreso, consolidan una identidad perseverante con el objetivo conjunto e individual de prosperar.
